jueves, 24 de diciembre de 2009

¿Qué dirán? Culpables e inocentes

No sé que le pasa a la sociedad de hoy en día. Todo son apariencias, todo son mentiras, ya no importa la realidad. ¿Qué será de esa gente que defiende la verdad y luego rompe sus propios principios por el qué dirán?

A veces, es inevitable incumplirlos, un simple error, o una mentira piadosa para evitar dañar a alguien a quien quieres. Pero todos se basa en eso, única y exclusivamente en guardar las apariencias. No importa ser uno mismo, porque aquellos que lo son, sólo reciben el desprecio de los que tienen a su alrededor.

Eso, yo lo sé bastante bien. De un tiempo a esta parte, he cambiado mucho, como se espera dada la edad, pero sin embargo... cambiar, parece malo, ya no solo incluso entre los adultos, si no también entre los niños.

¿Dónde ha quedado la inocencia de los niños que jugaban entre ellos sin importarles nada más que su juego? Aquellos niños pqueños, que sin conocerse de nada, se ponían a jugar juntos, corrían y reían sin importarles nada en absoluto, tan solo el momento. Ni siquiera cuando asamos a primaria las cosas siguen igual. ¿Cuántas veces he jugado yo sola porque mis juegos eran demasiado frikis?

Y más cuand crecemos. A veces pienso que en lugar de evolucionar y madurar, lo que hacemos es ser cada vez más incoscientes, más infantiles. ¿Cómo nos puede importar tanto lo que parecemos? Realmente, es dificil ser uno mismo, como bien decía Oscar Wilde][Ser natural es la más dificil de las poses][. Pero si podemos intentarlo, podemos conseguirlo.

A mi me han dicho muchas veces que debo guardar las apariencias, no demostrar a aquellos que se mueven a mi alrededor quién soy, qué me gusta, no responder preguntas acerca de eso. Pero se supone que somos libres de expresarnos, libres de sentir, de creer, de pensar, de vivir. Las apariencias no son más que fachadas, miedos. Si realmente fueramos valientes, si estuvieramos dispuestos a enfrentarnos al mundo por aquello en lo que creemos, no las necesitaríamos. EL caso es que somos demasiado cobardes para ello. Siempre nos importará más tener un supuesto amigo, estar rodeado de gente, que defender nuestra persona, nuestra verdad, nuestra libertad, nuestros principios. Seamos quienes somos realmente, sin miedo al qué dirán, no hay un culpable de que nuestra sociedad sea así, pero tampoco somos inocentes. Pongamos un poco de nuestra parte. Vivamos en un mundo que no está hecho para nosotros, pero hagamoslo bien, sin miedos, con valor.

Nunca podremos terminar de conseguir un mundo justo, real, en el que la verdad sea nuestra cara, pero si no lo intentamos nunca lograremos nada, no demos esta batalla por perdida antes de salir a luchar. Si las cosas no salen bien, al menos sabremos a quién tenemos realmente a nuestro lado, nunca prederemos nada, si miramos esta lucha positivamente, solo podemos ganar.

No hay comentarios: