viernes, 25 de junio de 2010

Fin de las clases

Por fin llegó ese esperado momento en el que toca la última campana del curso, a las 14:30, ese segundo en el que el profesor dice: Bueno, pasad un buen verano.

Ese maravilloso seghundo en el que te arrodillas frente al cajón que has usado todo el curso, bajo el tablero de la mesa, que está lleno de trabajos que te han ido devolviendo a lo largo del año, los sacas todos. Algunos irán a parar a la basura, otros a un cajó, otros que sean posters, quizás a la pared de tu habitación, otros los quemarás, nunca se sabe que pasará con ellos, pero lo importante es que dejarán de ocupar ese lugar, un lugar que quedará vacío durante 3 meses, vacío hasta que otro pobre chaval inocente, a quien no conoces y probablemente nunca sepas nada de él o ella, lo ocupe y lo convierta en su hogar durante los 9 meses que estará en esa clase.

Cuando salimos por la puerta, miramos unos segundos atrás. A ese aula que ha albergado tus esperanzas, ilusiones y llantos durante ese tiempo, ese infierno o paraiso. Mirar y ver qye durante 9 meses has visto a tus compañeros jugar allí en los intercambios, dormir, pasar horas interminables con profesores que explicaban, examenes, notas, nuevos conociemientos.

Han pasado miles cosas durante esos 9 meses, cualquier cosa que podamos imaginar, cualquier cosa que nos haya sucedido.

Toda una pequeña que a lo mejor se puede resumir en una palabra, o quizás en una frase. Surrealista, extraó, todo a nuestro propio día, a nuestro propio año, al mundo en el que hemos vivido y convivido. A veces será mejor, a veces peor, pero lo importante es que quedan dos meses y medio por delante para cerrar los ojos y vivir en tu mundo, un mundo sonreiente, lleno de luz, sol y calor. O simplemente a la luz de la luna, frente a la hermosura de las estrellas, bajo el azul oscuro del cielo, en una playa, o en una ventana, mirando la luna y pensando, hay alguien al otro lado que la mira de la misma forma que yo, que siente la misma intesidad en la mirada del cielo que yo.

Es genial, tenemos un tiempo por delante totalmente nuestro, vivo, feliz, esperando a que nos distanciemos del mundo y vivamos el nuestro propio, que esta vez, sí que contruyamos nuestro camino al andar.

2 comentarios:

Samovila dijo...

Ya me gustarían a mí 3 meses de vacaciones ahora...sí...

Disfrutadlos por mí, anda.

paunexus6 dijo...

ALELUYAAAAAA