sábado, 21 de agosto de 2010

Nuestros músicos

Con el paso del tiempo, mi vida se ha llenado de música, hasta tal punto que soy casi incapaz de pasar media hora frente al ordenador sin poner música.

La música no es solo un bello sonido o una letra profunda que nos haga refelxionar, también está compuesta de algo más y no me refiero a las notas musicales. Quizás yo no entiendo demasiado de música en el aspecto técnico, pero entiendo que requiere mucho esfuerzo. Tras cada canción hay un grupo de apasionados, sí, ese grupo de música que lleva un nombre y al que admiramos, que trabaja para componer la música y la letra, mucho esfuerzo e ilusión.

Muchas personas hay como yo, que tienen por sueño próximo, ir al concierto de su grupo favorito, otros tienen por sueño llegar a ser como ese grupo, unos más llanos y otros más pasionales musicalmente hasta el punto de dedicarle su vida y sentirla su vida.

Con esto me quiero referir a algo. Cuando no tenemos otra cosa a la que aferrarnos, estamos alegres o derpimidos, la música está ahí, o por lo menos en mi caso siempre lo ha estado. Los músicos, ese vocalista, ese guitarrista, ese bajista, ese batería y el resto de intrusmentos, son como aquellos amigos que nos hablan y consuelan, que sentimos que nos comprenden como nadie más en el mundo, aún a pesar de que jamás los hemos visto.

Para muchos es una vida o una forma de ver y de sentir, es parte de nosotros. Por eso, la razón principal de esta entrada viene a mi mente cuando pienso en los grupos que me gustan y que nunca podré ver. Por poner ejemplos, The Beatles y Led Zeppelin entre otros.

Hay personas que no entienden que nos entristezcamos por la muerte de algunos músicos, solo eran eso, gente que escribía y tocaba canciones, nunca lo hemos visto, no podemos lamentar la muerte de alguien a quien no conocemos. Pero no es cierto.

La música está tan dentro de nosotros, significa tanto, que hay un momento en el pasa a formar parte de nuestra vida, incluso a ser un trozo de nosotros mismos.

Cada vez que un músico muere, no es solo una persona que se marcha, también es la ilusión de miles de otras personas que lo admiraban, también muere una parte de nosotros, muere el sentimiento que provocaban las canciones del grupo al que pertenecía ese músico, se acaba su carrera, se acaba parte de nuestro mundo, y eso es importante.

Por eso, cada vez que me miran extraño porque recuerdo que alguien así murió, porque me entristezco, la respuesta es: Murió una de las personas que en tantos momentos me dio su música para hacerme sentir bien, una persona que cuando nadie me escuchaba estuvo a mi lado, aunque no la viera, con sus letras, que comprendió aún sin saber que sentía.

Eso es lo maravilloso de la música, que nos conecta mediante un fino lazo a todos, sin saber quienes somos.

sábado, 14 de agosto de 2010

Mi verano

Bueno, mi verano está siendo intenso.

En Irlanda me fue bien. Hice amigos muy importantes de los que me habría gustado no separarme. Ha sido un viaje lleno de experiencias. He aprendido a orientarme mejor, ya al menos no me pierdo en mi propia ciudad, se coger un autobus, se lo que es almorzar un bocadillo en el colegio, ir andando desde casa a la parada del autobus escolar.

Las clases, aluciantes, he aprendido más en un mes que un año. Siempre había algo nuevo en todo, una clasificación o algo que repasar, algo que reforzar, o algo que entender, y simplmente algún tema de conversación grupal que salía de los ejercicios y todos comentabamos con el profesor, en inglés, claro.

Con la gente, no sé, mencionar a mis amigos, Alex, que venía conmigo desde aquí, Juan, que por suerte también es de aquí. Noe, Soni, Sofía, de Cantabria, John del País Vasco, María Hernáez, Alicia (mi Alice, Alyson) de Madrid, Laura y Clara, de Badajoz, Laura de Sevilla, Carlos, también de aquí, Álvaro, de Málaga, Jose Miguel, de Córdoba, Simone, Veronica, Lyvia, Amaranta de Italia, Rodrigo de Talavera de la reina y el otro Rodrigo, el pequeñín monoso, que no recuerdo de donde era.

También gente a la que me hubiera concer algo más de otros países, mención especial a Arthur y David. Arthur, que ahora que hemos hablado por facebook y lo conozco mejor, es un chico Geek, que me cae estupendamente y con el que tengo tema de conversación para rato. Y como no, David, que lo he conocido mejor ahora y se ha convertido en un muy buen amigo digno de confianza, una lastima que se fuera de allí pensando que estaba loca, pero bueno.

Después de volver, he vuelto a ver a mis amigos de siempre, la gente que tanto he echado de menos. He vuelto a salir con ellos, a frecuentar mis lugares de siempre en mi ciudad, todo ha vuelto a ser normal.

Este año, salgo más con mis amigos, aprovechando que una de ellas se marcha del colegio, nos vemos lo más que podemos.

El año que viene, muchas cosas van a cambiar, pero no me importa realmente ahora. La libertad que nos da el verano, las experiencias, como mi viaje, es tiempo de disfrutar el momento, de vivir a tope y como queremos estos meses, porque, el futuro, augura gris, ir a clase, mientras al menos tengamos ocasión de salir de una rutina, debemos difrutar el momento y esforzarnos por no despediciar un solo minuto, haciendo aquello que queramos, porque por fin el tiempo es nuestro.