sábado, 12 de febrero de 2011

Parabatai

Parabatai significa una pareja de guerreros que comabten juntos, ue están más unidos que hermanos.

Así es como Jace explica a Clary lo que son Parabatai en CDS: Ciudad de Hueso. Me 'parece un concepto interesante dada la importancia que tiene el hecho de ser parabatai de alguien en su mundo. A pesar de que realmente en la saga no se le presta demasiada atención, a mi me llamó mucho la atención.

Me parece algo de gran importancia. No se trata solo de luchar contra alguien, sino también de confiarle tu vida a ese alguien. Es como darle un cuchillo y darle la opción de clavartelo o no. Eso incluyendo los mínimos factores, que se acrecentarían en el caso de una batalla. Podrían darse situaciones como que está en tus manos salvar su vida a cambio de la tuya, que sería como clavarle el cuchillo para que no te clavaran otro a tí, o incluso elegir tu misma persona para clavartelo. Es una situación compleja que incluso los más jóvenes cazadores pasan.

Jace y Alec son parabatai. No son realmente hermanos de sangre aunque sí adoptivos, tanto en aspectos técnicos como sentimentales. A pesar de todo comparten un lazo más importante que el lazo de sangre de Isabelle y Max con Alec, dado que los tres son hermanos. Tu parabatai ni siquiera es tu mejor amigo, es incluso más que eso. Es como el máximo exponente de la confianza. Es termino incomparable a cualquier otro con el que pueda tener relación.

Es probable que no todos tengan parabatai. ya que no recuerdo que Isabelle tenga. Por otro lado, ¿solo guerreros? Es decir, ¿no podríamos, nosotros, mundanos, tener a alguien así de importante? Puede ser. Quizás todos tengamos a alguien así, o quizás no. No es alguien con quien luchemos, pero es alguien que nos apoya y está ahí en cada momento, Una persona a la que realmente le darías ese cuchillo y le dirías, puedes matarme, te dejo, porque sabes que no lo hará. Yo tengo gente así. No luchan junto a mí cuerpo a cuerpo contra seres del submundo o de otras dimensiones demoníacas, pero luchan junto a mí por cada día a día, y eso también es importante, porque luchan junto a nosotros en la vida, cuando los necesitamos en otro tipo de batallas. Eso también cuenta como un parabatai. Todos deberíamos encontrar a alguien así en nuestra vida, porque eso, eso sí son personas que nos marcan de verdad. Ese tipo de gente es la que nos cambia la vida y nos hace tener mejores perspectivas Gentre que nos ayuda y nos da su opinion y nos dice la verdad. Por esas personas, merece la pena dar cualquier cosa.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Relecturas

Sí, obviamente voy a escribir sobre releer libros. Los que hayais leído entradas anteriores ya sabreis que soy una lectora y en muchos casos los libros que he leído una vez, lo releo dos, tres, cuatro veces, incluso hasta llegar a las 16.

Esta entrada viene por mi pequeña manía cuando los releo. Hay libros muy especiales con pasajes preciosos, poemas al inicio de los capítulos, toques de humor perfectos... Estos libros se ganan una posición especial no solo entre la estantería y el recuerdo sino también entre mis notas. De vez en cuando, con esa clase de libros, cojo un lápiz y me los releo, a la segunda vez o la tercera y voy subrayando los pasajes y frases que más me gustan.

Me paré a pensar anoche que hay gente que eso lo consideraría un sacrilegio. Pintar un libro, ¡por Dios! eso es sagrado. Pero yo creo personalmente que subrayar y dedicarle tiempo a las cosas que nos llaman la atención de un libro es realmente la forma de demostrar que se aprecian.

Un libro no es solo un objeto sino también un mundo. Los libros son maestros, enseñan algo. Aunque sea un libro fantástico, con una historia muy enrevesada, cualquier temática, siempre tiene alguna enseñanza, algo nuevo que mostrarnos y descubrirnos. Solo se trata de saber mirar.

Los personajes dicen frases, como aquella de Tessa: No juzgues a la gente sino por sus actos; o aquella de Jace: Amar es destruir, ser amado es ser destruido. Todo lo que dicen es importante. Las notas de humor, nos entretienen y nos hacen una muestra de como el sarcasmo, o el simplismo es una forma cómica de ver la vida, una forma despreocupada en sus frases, en sus formas, de darle ese toque dulce para que no nos deje un sabor ácido y amargo.

Nos enseñan el valor de muchas cosas, de la amistad, del amor, de la fraternidad, lo que significa perder esas cosas. Te hace plantearte muchas cosas. Aprendes a girar el punto de vista todo lo que puedes, a ponerte en el lugar del otro, a hacerte preguntas que no te harías si no conocieras otros mundos. Te muestra vidas, te hace vivir aventuras que de otro modo nunca podrías vivir, te ayuda a cumplir sueños maravillosos, te traslada en el tiempo, en el lugar, transmite sensaciones, sentimientos, te enseña a apreciar y a querer, te enseña a amar y a comprender. Acabas apreciando incluso al personaje malvado, a su carisma, acabas platónicamente enamorado de un encantador personaje. Aprendes a ver que tener un lado oscuro hace condenadamente sexy a más de un personaje, a conocer que a una persona se la admira por sus virtudes, pero se la ama por sus defectos. O tener a alguien que es como un hermano entre las páginas, haber crecido sintiendo un personaje cerca de tí, sintiendo que te entienden, porque al fin y al cabo, los personajes se identifican con personas, tienen problemas personales similares a los tuyos y es una forma de comprenderte a ti mismo. Aprender mil cosas, vives mil vidas, eres tantas personas a la vez y tú mismo.

Todas esas cosas se dan con la observación de un libro. No digo que haya que subrayarlo para entenderlo como si fuera un libro de texto, pero a mí personalmente me gusta marcarlo. Me gusta ver a la siguiente relectura todas aquellas frases y aquellos pasajes que me enseñaron algo, que me parecieron la belleza pura materialazada, que me llegaron al corazón. Me gusta volver a sentir qué me enamoró del libro, o de aquel personaje, ver como ha cambiado, no olvidarlo, mantenerlo siempre todo en el corazón, todo razonado, todo visto, y ver cada día algo nuevo entre esas páginas, aprender algo diferente con cada lectura.

Sacrilegio o no, sigo pensando que usarlos, manosearlos, volverlos a leer hasta que prácticamente necesiten una nueva encuadernación, tenerlos usados, haber aprendido algo de ellos y tenerlos marcados es una demostración de mi amor hacia los libros y de mi respeto.